Una de las preguntas más comunes entre los conductores es: ¿con qué frecuencia se deben reemplazar las llantas? La respuesta depende principalmente de dos factores clave: el desgaste y la edad de las ruedas.
Desgaste de las llantas
Con el tiempo, todas las llantas comienzan a desgastarse, incluso si usted es un conductor precavido. El patrón de desgaste puede revelar problemas de alineación o presión incorrecta. La banda de rodamiento debe mostrar un desgaste uniforme a lo largo de toda la superficie; si se erosiona más en los bordes internos o externos, es una señal de que algo no está funcionando correctamente. Además, no proteger las llantas contra el sol, la humedad o el almacenamiento inadecuado puede acelerar su deterioro.
Envejecimiento de las ruedas
Más allá del uso, las llantas también envejecen. Los compuestos de caucho y otros materiales pierden sus propiedades con el tiempo, lo que compromete la seguridad. Esto puede deberse a factores como los cambios climáticos, el almacenamiento prolongado o incluso la falta de uso. Por ejemplo, un auto que permanece estacionado durante meses también sufre un deterioro silencioso en sus ruedas.
Determinar si una llanta es segura no siempre es sencillo para quienes no son expertos. Por eso, una mejor pregunta que “¿cuándo expiran mis ruedas?” es: ¿cuántos años tienen mis llantas y qué señales indican que debo reemplazarlas?
Aprenda a leer la fecha de fabricación
Cada llanta tiene un código en el costado que indica la semana y el año en que fue fabricada. Este dato es esencial para evaluar si sus ruedas, incluso con buena apariencia externa, han superado su vida útil.
Según estándares de la industria, se recomienda sustituir las llantas de vehículos particulares, SUV o camiones entre los 6 y 10 años, dependiendo de las condiciones de uso, clima y almacenamiento. Incluso si la llanta no muestra grietas o daños visibles, si tiene más de seis años, lo más prudente es llevarla a una inspección profesional.
Contar con productos de calidad, como las llantas Michelin, garantiza no solo mayor durabilidad, sino también mayor seguridad al enfrentar el desgaste diario y las exigencias del camino.
En resumen, evaluar tanto el desgaste como la antigüedad de sus ruedas es clave para conducir con confianza. Si tiene dudas, no espere a sufrir un percance: consulte con un especialista en neumáticos y asegure el bienestar de su vehículo.